Sé que siempre me repito, que habitualmente escribo que me gustan los postres, que me chifla el chocolate, que me muero por un dulce... pero es que es verdad, soy adicta a todo lo que lleva azúcar.... y no puedo resistirme ante ninguna receta que contribuirá a endulzar un poquito más mi vida...
Hace unos días, en un grupo de cocina en el que participo, Mari Carmen González nos deleitó con una tarta de frambuesas que quedó grabada en mi retina, y mis papilas gustativas estuvieron salivando durante un buen rato...
Mis amigas me dicen, ¡¡se nota que te gusta cocinar¡¡¡, y así es... disfruto cada momento que ando preparando bizcochos, batiendo ingredientes para una tarta, comiendo la masa aún sin hornear... es como cuando me comía la masa de las croquetas que hacía mi madre, pellizcando y pellizcado mientras que se estaba enfriando antes de que las rebozara y les diera forma....
Mari Carmen hizo una de frambuesas divina, si queréis ver el enlace os lo dejo aquí . Yo os voy a poner mi versión de la receta algo tuneada. La he adaptado utilizando los ingredientes que tenía en mi cocina, y el resultado es el que os muestro a continuación.
Ingredientes:
- un paquete de galletas maría
- 100 grs. de mantequilla
- 200 ml. de nata para montar
- una tarrina de queso mascarpone
- media tarrina de queso philadelphia
- 100 grs. de azúcar glass
- 2 sobres de gelatina en polvo
- un tarro de mermelada de fresas
- fresas
- 150 ml. de agua
Preparación:
- Primero trituramos las galletas y mezclamos con la mantequilla. Forramos un molde, y ponemos la mezcla de galletas cubriendo todo el fondo. Yo la he metido en el horno unos diez minutos. Me gusta la base de galletas horneada más que en el frigo. Pero al gusto. si no queréis encender el horno, podéis meterlo en el frigo durante un rato hasta que se endurezca.
- Ponemos 100 ml. de agua en un cazo con unas cuatro cucharadas de mermelada de fresas. Ponemos a calentar y movemos hasta que esté bien ligado. Reservamos.
- montamos los 200 ml de nata con el azúcar glass, y reservamos.
- en los 75 ml. de agua que nos queda, mezclamos un sobre de gelatina neutra y lo vertemos sobre la mezcla de agua y mermelada que tenemos templada.
- batimos bien el queso mascarpone, (la tarrina tiene 200grs) y media de philadelphia (100 gr)
- le vamos añadiendo la mezcla de mermelada con la gelatina, y batimos bien para que no queden grumos. Yo lo he pasado por la batidora. Luego añadimos la nata montada con el azúcar glass, con movimientos envolventes, de abajo a arriba, para que no se baje la nata.
- Guardamos en el frigorífico unas seis horas. Hasta que cuaje.
- Cuando esté cuajado, ponemos la mermelada sobrante en un cazo y ponemos a calentar hasta que se vaya diluyendo. En un poco de agua (poca) mezclamos el otro sobre de gelatina en polvo, y mezclamos con la mermelada.
- Vertemos la mezcla sobre la tarta, (yo creo que debí de esperar a que se enfriara un poco antes de ponerla, pues aún estaba muy líquida, pero aún así me gustó el resultado). Ponemos las fresas y al frigo de nuevo hasta que cuaje.
Al día siguiente está espectacular, y de sabor, ummmmmm........
3 comentarios:
Felicidades de nuevo, ya te lo he comentado por FB. Te ha quedado espectacular. Este tipo de tartas son muy ricas , nada pesadas y muy fáciles de hacer.
Madre mía..k delicia de tarta y qué aspecto tan impresionante...te quedó de 10
Muaks
Te comprendo perfectamente porque yo también padezco de "golosería aguda" jeje. Vamos, que no me puedo resistir a un dulce y mucho menos ante una tarta tan deliciosa como esta. Un abrazo.
cosicasdulces.blogspot.com
Publicar un comentario